

Hablar de color para los mexicanos en la actualidad, es hablar de una audiencia que percibe su uso como obsoleto…el recuerdo de un México antiguo.
Las ventas de COMEX debido a este mindset, se inclinan hacia el blanco, gris y arena. Tonos neutros que no son representativos de la relación histórica de México con el color y que unifican, en lugar de distinguir cada hogar.



Para resolver las problemáticas de la marca, creamos una campaña ramificada alrededor del concepto de “Las primeras veces”; momentos que todos hemos vivido, que nos marcaron y que nunca olvidaremos.
En los 2 anuncios creados: “Mi primer beso” y “Mi primer concierto”, el espectador conectó con la emoción que experimenta una persona al momento de recordar estos instantes, y se proyectó en sus propios recuerdos en busca de los colores que acompañaron su versión de la historia.
Con esta campaña, conciliamos a nuestro público con las emociones que buscan comunicar al momento de acomodar su espacio de vida, y colocamos a la marca como un confidente capaz de conectar a cada uno con su memoria, su identidad, su unicidad.